El tiempo está un poco fresquito como para pensar en comer helados, y menos a la intemperie (algunos, los más golosos, probablemente no estéis de acuerdo), pero en primavera y verano, la época por excelencia para la celebración de bodas y cuando el calor aprieta, ¿a quién no le apetecería un heladito?
Aquí os traemos una nueva propuesta para sorprender a todos vuestros invitados, niños y adultos: poner un carrito de los helados. Los hay realmente bonitos. El estilo del carrito, cuanto más vintage, más elegante y bonito.
Hay quien opta por ponerlo justo a la salida de la ceremonia, ya sea junto a la Iglesia o junto al Ayuntamiento en el que os caséis. Pero también podéis ponerlo en el lugar del banquete, ya sea antes de esteo después, en la recena.
Aquí tienes un par de consejillos: elige siempre varios sabores, incluyendo los más tradicionales (vainilla y chocolate), alguno original y, por supuesto, tus favoritos. Además, es un servicio que deberíais intentar buscar en las cercanías del lugar donde os casaréis, porque si no, lo más habitual es que os cobren kilometraje y tal vez no os salga a cuenta
Hemos encontrado estos negocios que se dedican a ello, pero son solo tres ejemplos:
Oviedo (Asturias): www.fiestasydelicias.es ofrece helados artesanos y da la opción de elegir 6 entre 50 sabores y un heladero los servirá durante dos horas. Tarifa: 550 euros (IVA no incluido y hasta 150 personas).
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